Las personas grandes...

No comprendo a la gente mayor...

porqué arrancan las flores de los jardines y las dejan marchitar en un jarrón.

No entiendo que enjaulen a los pajaritos que cantan por las mañanas.

Ni porqué han pintado todas las cosas de gris, y han llenado el cielo con antenas y chimeneas. ¿No les gusta el sol?

No sé porqué no me dejan caminar descalza, ni chapotear bajo la lluvia, ni jugar con los bichitos del parque.

Y porque me compran los juguetes, si luego me dicen que me esté quieta, que no haga ruido, que se gastan las pilas o que los rompo. ¿Se creen importantes sólo porque son grandes?

No comprendo porque no sienten el placer de perder el tiempo mirando alrededor, y son incapaces de dar vueltas y vueltas en una calesita.

Porque le ponen un nombre complicado a las cosas sencillas, o porque pasan el día fuera de casa, en aburridos sitios, en los que sólo están sentados en sillas.

No entiendo porque han perdido las ganas de correr y saltar, ni porque han olvidado todas esas cosas que les hacía reír cuando tenían mi edad.

No sé porque antes de reírse, miran el reloj, como pidiendo permiso.

No comprendo a las personas grandes, se enfadan cuando tengo miedo en la noche, y veo monstruos que salen de mi cama, y sueño con que el hombre de la bolsa me va a llevar, pero sus historias están llenas de fantasmas y monstruos que se llevan a los niños malos.

Y tengo miedo de que te vayas, y me dejes sola, de perderme en una tienda, y verte alejarte por la escalera, mientras yo te llamo, temo perderte y que no me encuentres jamás...